Salmo 50 - Pablo Coloma
Piedad de mí, Señor, en tu bondad, / por tu gran corazón borra mi falta. / Que mi alma quede limpia de maldad, / purifícame de mi pecado.
Crea en mí un corazón puro / y espíritu firme que habite en mí. / No me alejes lejos de tu rostro / ni apartes de mí tu Santo Espíritu. / Dame tu salvación que regocija / y crea en mí un alma generosa / y da el camino recto a los desviados / y así se volverán los extraviados.