Marcelo Cid (Basado en Juan 13,1-15)
Lava mis pies, Señor, lava mi alma, / lava mis pies, Señor, para ser digno de Ti. / Quiero lavar tus pies en mis hermanos, / quiero imitar tu amor viviendo para servir.
1. Hoy te levantas de la Cena, / te quitas el manto, preparas el agua / y te arrodillas frente a mí, / me miras tan dulce y lleno de amor, / tomas mis pies / y lavas mis pecados.
2. Yo te pregunto: “Señor, / ¿me vas a lavar los pies a mí?” / y me contestas tiernamente: / “Tú ahora no puedes comprender / lo que Yo estoy haciendo, / lo comprenderás después.
3. Me descoloca verte así, / ver que el Maestro sirve al discípulo / y me niego a aceptar / que seas Tú quien me lave los pies a mí, / pero sé que si no lo haces / no podré compartir contigo.
4. “Entiendan lo que he hecho, / ustedes me llaman Maestro y Señor / y dicen la verdad, / si Yo, siendo Señor y siendo Maestro / les he lavado los pies, / háganlo también ustedes”.