Juan Pablo II - Marcelo Cid
1. Levántate, estás llamado / a ser un buscador / un buscador apasionado / apasionado por la verdad, / un cultivador incansable de la bondad, / un hombre o mujer con vocación de santidad.
2. Al contacto de Jesús despunta la vida, / lejos de Él sólo hay oscuridad y muerte. / Vosotros tenéis sed de vida. / ¿De qué vida? / ¡De Cristo, que es la vida misma!
No tengáis miedo de mirarlo a Él. / ¡Mirad al Señor! ¿Qué veis? / ¿Es sólo un hombre sabio? ¡No! ¿Es un profeta? / ¿Es un reformador social? ¡Mucho más! / Mirad al Señor con ojos atentos / y descubriréis en Él / el rostro mismo de Dios.
3. Buscadlo a Él, miradlo sólo a Él, / vivid siempre en Él. / No temas las exigencias / del amor de Jesucristo. / El amor vence siempre, como Cristo venció. / Aunque parezca impotente, / Cristo también parecía impotente en la cruz.
¡Mirad al Señor! ¿Qué veis? / El rostro mismo de Dios.