Salvador Gutiérrez
1. Me miras desde el silencio de la cruz / y tu Palabra resuena en mi corazón, Señor. / ¿También ustedes se irán?, / ¿también me abandonarán? / ¿A quién iremos, Señor, / si sólo Tú tienes / palabras de vida eterna, / palabras de vida eterna?
2. Entonces, ¿a qué tememos cuando el dolor / toca a la puerta y nuestros ojos olvidan la paz? / Bienaventurado, tú, que lloras; / que un día en mi casa / mi Padre enjugará / todas aquellas lágrimas, / Él te consolará.
Y ese día, al fin será la paz / y el tiempo de fraternidad; / y el mundo viejo habrá pasado ya / y con él los sufrimientos; / y Dios alumbrará / todos los corazones, / Señor, Maranathá (bis).