1. Tantos hombres hay que sufren sin consuelo, / tantos hombres hay que viven sin sentido, / tanta gente apartada del camino / y que buscan la mirada de un amigo.
Hoy, Señor, me llamas Tú, / con mis manos y mi voz / a ser luz entre los hombres, / ser un canto de esperanza.
2. Mucho tiempo tu palabra fue olvidada / y tu voz entre rencores fue dejada / por los hombres que no esperan tu venida / hazme un signo de tu amor y de tu vida.
3. Tú me sabes tan pequeño entre tus manos / y tan débil para levantar el mundo. / Necesito de tu fuerza y tu alegría, / de tu luz que me ilumina cada día.
Hoy, Señor, me llamas Tú, / con mis manos y mi voz / a ser luz entre los hombres, / ser un canto de esperanza.
2. Mucho tiempo tu palabra fue olvidada / y tu voz entre rencores fue dejada / por los hombres que no esperan tu venida / hazme un signo de tu amor y de tu vida.
3. Tú me sabes tan pequeño entre tus manos / y tan débil para levantar el mundo. / Necesito de tu fuerza y tu alegría, / de tu luz que me ilumina cada día.